domingo, febrero 14, 2010

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Cuando tomé la decisión de publicar los Cuadernos de mi esposa, me sentí una gota más del océano, yo nadaba en medio de cuadernos, libretas, papeles y casettes. Pude haber empezado por cualquiera, el que me gustara más, el primero que recolecté, uno al azar u otros motivos que se me ocurrían, pero, encontré en éste algo que me pareció muy importante,” su convivencia” con seres extraterrestres y la forma tan normal en su sistema de vida, presentándonos con lujo de detalles, su tecnología, sus costumbres, sus trabajos, su cocina, sus baños, para luego llevarnos al verdadero móvil de su estancia en un sitio tan lejano y mostrarnos la gran diferencia que marca nuestra raza con la de ellos.


El desenlace de éste cuento o novela (le di mi palabra de honor de que cada línea que publique seria encasillada en estos roles), me ha perseguido desde hace casi 15 años por su final totalmente diferente e inesperado.

Esta novela fue entregada a una Editorial Venezolana para tratar de editarla, fue recibida el 13 de Octubre del año 2006,después de interesarme por ella varias veces, finalmente, este año me indicaron que a fines de Agosto tendrían tiempo de leerla y ver si procedía o no su publicación. Íntertanto el Titulo ha cambiado, se llamaba antes de publicarla “Campo Ovninauta”. Ahora..."Mundo Olcidado". Eso es lo que es.

A todo esto en el mes de Abril envié al concurso Café Gijón, en Asturias- España otra novela “Un muy lejano ayer”, de la cual hablaré en una próxima entrada.

Adolfo Borquez C.


20 .-LOS LIBROS TAMBIEN SE BAUTIZAN
Uno de los 21 cuentos de los cuadernos de mi esposa

Una tarde como cualquiera, cobijaba las horas una tras otra hasta que el girar de las agujas de mi viejo reloj indicaron las horas y los minutos precisos para un mágico encuentro.


En medio de estrechas callecitas, de casitas llenas de vida y colorido, de un exquisito aroma a vino y de un suave tintinear de alegres voces, se perfila en una esquina un semicírculo de sillas ocupadas por gente muy especial. La conversación ahora ya se escucha a través de una suave brisa antes de vislumbrar la fachada terrosa de la casita con sus característicos petroglifos los que lejos de impedir que la quietud de la mente impere, impulsa la imaginación a volar a territorios lejanos con toda suerte de personajes y situaciones.

Debiéramos tal vez comenzar con un buen motivo para estar allí…nada más y nada menos que el bautizo de tres singulares libros. Sus variados temas podían tocar el corazón de cada uno de nosotros dependiendo lógicamente de nuestras inclinaciones literarias.

La camaradería se hacía notar y entre bocadillos y sorbitos de vino y agua mineral llegó el momento crucial.

Eran libros que recibieron un baño muy especial cargado de bendiciones, buenos deseos y frutos de la tierra de manos de niños hatillanos con lo cual hicieron su aparición pública en nuestro territorio “Venezuela desde sus orígenes”, “Memorias de un campesino” y “Bisexual”.

Todo transcurría de acuerdo a lo previsto, aplausos, abrazos, felicitaciones, brindis, autógrafos, comentarios y mucha alegría.

No obstante el giro vertiginoso de la vida cobró una fuerza inusitada y me pareció que el episodio que disfrutaba sufría precipitosas modificaciones, las sillas desaparecían y en su lugar se formaba un pentagrama con la muy conocida llave de sol, pero poblado con letras aunque las notas sonaban certeras en mi cabeza y tanto el texto como la melodía eran pegajosas, el coro invisible no dejaba de entonar “La ronda de amigos está por viajar”.

Recuerdo haber pestañado para volver a la realidad pero no tuve el resultado esperado.

Mis amigos empiezan a cambiar, uno de ellos es ahora un monje, su vida había sido solitaria, a los 16 años se enamora de la joven hija de un mercader quien aumenta sus ventas gracias a la hermosura y simpatía de su única hija. Al comprobar su desventaja mi amigo ingresa a un monasterio, en los fríos días de claustro se pregunta “que tan diferente hubiese sido su vida si el padre de Amalia, su amada, se hubiese fijado en su existencia y le hubiera dado la posibilidad de trabajar a su lado”. Pasan los años, cumple 24 y la resolución de salir de allí se hace evidente. Dirige sus pasos hacia el único lugar que conoce, el poblado que le vio nacer; sus dos mejores amigos no tardan en reconocerlo y ponerlo al día. Llega tarde, Amalia se ha casado, tiene dos hijos y labra la tierra junto a su esposo, hombre elegido por su padre para incrementar las ganancias familiares. Sobrecogido por el dolor y la sorpresa se sitúa sobre una piedra que le permite observar la escena descrita por sus amigos, en ésos momentos no existe el consuelo, pero frente a un caliente plato de sopa cuya misión era la de salvar a tan querido amigo de un resfriado seguro, las sabias palabras de una buena mujer que le vio crecer al igual que a sus dos hijos, hacen el milagro, Tobías pudo comprender que si dos personas siguen caminos diferentes … probablemente una camine más rápido que la otra y será un tanto difícil equiparar la marcha, requisito indispensable para una buena relación.


El tiempo no se detiene, ahora estoy frente a una dama muy especial, su aspecto recargado en maquillaje no logra ocultar del todo los años que trata de olvidar aunque la proximidad de un joven muy elegante y apasionado indican claramente que lo único que importa es la pasión entre ellos dos. No quiero fisgonear y salgo de inmediato a otro lugar.


Ahora el cambio me abruma, una de mis amigas se convierte en un hombre, viste un uniforme de color beige, es un respetado jefe de obra, se le conocen sobrenombres cariñosos que enmarcan sus cualidades las que versan desde tener colgado de su cinturón cuanta herramienta considere necesaria para facilitar tal o cual posible situación embarazosa de su personal hasta un bolsillo con bastante dinero para cubrir cualquier necesidad monetaria de “sus protegidos” sin que esto llegara a oídos de las oficinas generales para demostrar en todo momento que su equipo era la perfección tanto dentro como fuera de la empresa. De alguna manera supe que tan maravillosa persona abandonó éste mundo pocos años después a raíz de un accidente sufrido por la falla de un andamio en el cual se encontraba a gran altura del suelo.

Otro de mis amigos, conserva hoy su mismo talento, lo veo si muy cambiado, envejecido con cabello canoso y ojos muy azules, se dedica a pintar todo lo que llama su atención en las calles, tiene un punto de venta muy concurrido, el mercado de la zona. Sus cuadros no son grandes y lo que me extraña es que los vende incluso antes que se terminen de secar completamente. Mi asombro no tiene límites cuando observo que la persona que atiende su casa entonces, es su esposa hoy día, físicamente es bastante parecida, tiene allí más edad que hoy, ojos y piel más claros, pero conserva su tranquilidad, su sonrisa y sus rasgos.

En medio de todo esto, no me he alejado para nada de El Hatillo, he intervenido en todo, he tocado tantos temas como los otros, he disfrutado como la que más, he acariciado a los niños, he pedido autógrafos, he saciado mi sed, he gozado del placer de compartir con mis amigos pero también he ido más allá, sigo entonces mi ruta invisible.


Mi amigo con aspecto de oso como diría mi nieta menor, se transforma en un estudiante universitario apasionado por la música desde su más tierna infancia, su casa retumba con el sonido de la batería, sus padres realmente se sienten aliviados con la próxima partida de su bullicioso hijo a la Casa de Estudios de la ciudad vecina. Su contacto con más gente, lejos de cosechar regaños y solicitudes de silencio, lo lleva a cosechar listas de servicios para amenizar fiestas lo que terminó anticipadamente con sus estudios musicales para dejar libre el músico innato que llevaba en sus entrañas y que lo convertiría entonces en el jefe de una banda que hizo las delicias de muchos y le permitió ser totalmente feliz.

Me hizo mucha gracia toparme con otro de mis amigos que se desempeñaba como panadero y tenía todas sus esperanzas puestas en el cambio de plano de su patrón por lo que él heredaría la panadería, la casa y todo cuanto poseía este señor, lo cual se había acordado tácitamente pero curiosamente nadie se atrevería a ponerlo en duda. Sus sueños llegaban hasta la planificación del cambio de mobiliario y la puesta en escena imaginaria de una esposa y niños jugando en una pequeña piscinita que sería construida rápidamente luego de la desaparición del actual dueño del inmueble. Yendo un poco hacia adelante…todo se cristalizó en la misma medida.

La reunión se mantenía muy animada, guardé los apuntes que disimuladamente tomé para ser lo más fidedigna posible al momento de traspasar a mis cuadernos un momento mágico más.

Ya no podía sustraerme a las ganas de bailar, fui una más del grupo y no me arrepiento. Detuve entonces mi imaginación pero en el camino a casa ésta se desbordó y su registro quedó en la grabadora que siempre me acompaña, pero las estrechas callecitas y sus características casitas ya no estaban, la vegetación de la zona rural era ahora la compañera de mi viaje, por lo tanto … nada de lo que viví fuera del casco de El Hatillo está aquí.

Aurora Roubík.

Indicios de: 21 CUENTOS DE LOS CUADERNOS DE MI ESPOSA

Indicios de: 21 CUENTOS DE LOS CUADERNOS DE MI ESPOSA




1.-Más acá de las estrellas

Expone con profundo realismo “su llegada” a la Tierra.

2.-La casa del final

Se dispone a cumplir la última voluntad de su esposo muerto, cuyo mandato la lleva a un lugar desconocido.

3.-Viajeros de la luna

Unos munúsculos viajeros espaciales llegan a las inmediaciones de su hogar y comparten aventuras con duendes y jardines maravillosos.

4.-Magia y más magia

Nos hace reír con el uso casi infantil con el que se puede transitar por la magia.

5.-La ventana

Nos remonta a las tertulias sabatinas de una familia en un tranquilo pueblo donde la alegría e ingenio infantil cobran fuerzas.

6.-Patrasolifutricatramerifú

Nos lleva a sus primeros años escolares donde los cuentos se mezclan con la realidad y sus personajes cobran vida.

7.-Un E.T. en mi camino

Es una verdadera incógnita, nos acerca a una situación que para algunos es una mera fantasía, pero otros pudiera ser una realidad y para muy pocos  ya es un hecho y podemos toparnos con un E.T. en nuestro recorrido por la vida.

8.- Carta a Lia

Es un monólogo, abierto y sincero dirigido a una hija que no llego a estrechar entre los brazos.

9.- El puente

Un encuentro con nuestro paso recorriendo la eternidad.

10.-El cartero

Una carta es interceptada y cambia el destino de una familia.

11.-El Anciano del viento

La trayectoria del viento dejando enseñanzas de Paz y Amor para el mundo a todos los confines del Universo.

12.-La piedra que habla

Nos enseña que desde el Ser más minúsculo y desde cualquier lugar por escondido que esté, encontramos un espíritu conservador que protege nuestro planeta con su incansable labor.

13-El guardián de las estrellas

Nos habla de los Espíritus Guardianes de la Naturaleza y su incansable labor en aras de la formación y mantenimiento del Cosmos.

14.-Viejito pascuero

Una reflexión sobre la Navidad.

15.-Ángel

Un cuento lleno de magia y alegría que nos lleva a unas vacaciones diferentes en la finca del abuelo.

16.-Sembrando

Un paso hacia otra dimensión permite encontrar la clave para sembrar el Amor en la humanidad.

17.-La niña de los burritos

En una casa conviven placenteramente sus dueños, unos simpáticos mortales y un grupo de educados y entretenidos fantasmas quienes demostrando una gran lealtad a sus amigos terrenales hacen justicia a su manera para castigar un desalmado crimen. Todo esto amenizado con magia y seres de otra dimensión.

18.-Arcoiris

Un lindo cuento donde los útiles escolares cobran vida haciendo las delicias de su dueña.

19.-Sólo por un instante

Un recorrido relámpago por las estrellas como premio al despertar siempre lleno de colorido.

20.-Los libros también se bautizan

Los libros también se bautizan nos lleva a vidas pasadas de sus autores y de los invitados especiales con una clara descripción.

21.-Argón

Su extraña aparición emergiendo de la tierra alarma a las mascotas quienes fueron las primeras en advertir su presencia y en soportar su mal humor. No obstante primó la buena voluntad de todos y reinó la armonía en aras de una convivencia mejor.



Aurora Roubik

viernes, febrero 12, 2010

fragmento de la novela "UN MUY LEJANO AYER"

Fragmento de la novela "UN MUY LEJANO AYER"
CAPITULO XII


Pensé que si me movía libremente, daría la impresión de estar aceptando mi cautiverio y caminé despreocupadamente entre la gente acariciando cuanta cabeza pequeña encontraba a mi paso, las que no eran muchas porque la mayoría huía despavorida.

Me dirigí al lugar en que estaban los animales, corrí, abrace y besé a Maliash y a Nel, aún estaban con sus adornos puestos y lucían limpios y lustrosos. Se me acerca un muchacho de unos dieciséis o diecisiete años, me dice en una mezcla de su lengua y la mía que él los está cuidando, que Mahalec le encargó eso y otras cosas. Lo primero, no me lo imaginaba repliqué y lo segundo debe ser espiarme pero no me contestes para que no te mate por delator, continué molesta.

En el acto cambié de actitud, iba a erradicar la rabia, la molestia, el temor y todo lo negativo que me estaba invadiendo e iba a ser yo misma a partir de ése momento. Volví a acariciar a mis animales y me fui directamente al pozo. No sin antes sonreírle al muchacho que no entendía nada.

Era realmente lindo, se le veía tan profundo. ¿De donde vendría, hacia dónde iría? ¿A que profundidad correría? ¿Cómo le llamarían Los Espíritus de la Naturaleza? A ellos les iba a pedir que llenaran el camino de señales, a mi Angel le pediría que me cuidara ahora y en el camino ... a Dios, que me ayudara a ser nuevamente como era antes de abandonar a los míos. Cuando tuve claras mis peticiones las hice de todo corazón comenzando por mi solicitud a Dios y terminando por los Espíritus de la Naturaleza.
La tranquilidad del agua me hizo sentir mejor.

El espía se me acercó para decirme que tenia instrucciones de Mahalec de alistarme cualquiera de sus caballos y acompañarme a pasear si lo deseaba. ¿Que es lo que debo desear el cabalgar o el que me acompañes? Ambas respondió, van unidas. Iba a decir que nó, pero lo pensé mejor y consideré que debía conocer exactamente como entrar a buscar a mis animales y como salir directo sin dar ni media vuelta innecesaria para no ser descubierta en la noche. Acepté, elegí un caballo enorme y hermoso color té con leche, con melena y cola blanca. Era tal su estampa que parecía irreal.

Se llama Viento dijo cuando me lo entregó e iba a ayudarme a montar cuando ya yo estaba lista dando los primeros pasos suaves dándole tiempo a que él ocupara el suyo.
¿Cómo se llama el potro negro de Mahalec? Tormenta del Desierto, dijo todo orgulloso, creí que lo sabias. No estaba segura, respondí. Es el mejor ejemplar que conozco agregó.

¿Cómo te llamas? pregunté. Eli, ¿Quieres galopar? Lo dijo tan seguido que con la dificultad de lenguaje de casualidad no lo asocié con parte del nombre.

Demostró ser un excelente jinete y yo pude lucir mis cualidades. En todo momento me sentí observada. Me atrevo a decir que Mahalec no me pierde de vista. ¡Algo no esta bien! ¡Lo presiento! Tengo que tratar de cabalgar no más de dos horas y volver para recuperar los pergaminos, pensé.

Si pudiera idear algo para que Eli lograra sacar al anciano de su tienda. ¡Allá voy! ¡Plan de acción! ¿Tu crees que logres que Mahalec y su padre conversen largamente sobre mi futuro? Me preocupa saber si van a echarme o dejarme o que sé yo que harán conmigo. Podemos ir juntos si lo prefieres donde Mahalec y se lo sugerimos, respondió.

Mi cerebro registraba cada centímetro cuadrado del terreno, lo sentía al borde de estallar, bullián torrentes de ideas las aceptaba o las descartaba con tal velocidad que no puedo decir que analizaba alguna, no en esos momentos al menos.
¡Nó, nó! Yo ya he causado tantas molestias que tendrías que hacerlo solo ¿podrás?

¡Lo intentaré! Te lo aseguro.

Eli  ¿cómo hacemos para que conversen en el lugar ideal de uno de ellos para que al मेनोस उनो दे लोस hombres esté totalmente relajado y resulte lo mejor para mí?

Eso no es difícil, todas las tardes ellos pasean juntos y revisan su caballeriza privada. Son amantes de los buenos animales sólo compran los mejores, hablan mucho sobre los planes que tienen y todo eso hace que tarden bastante en regresar. Creo que es la mejor noticia que me hayas podido dar, dije sinceramente.

Llegué a mi tienda feliz, aproveché para pedirle a Eli que revisara la alimentación de mis mascotas para lo cual argumenté que Maliash era muy consentido y haría lo mismo con Nel.

Eli se fué y yo entré, solo me faltaba cantar y bailar, todo estaba resultando de maravillas. Pero yo seguía inquieta.

Las Tahinas me esperaban con cara de preocupación. Me esforcé en decirles que no hubiese querido inquietarlas, pero no sé hasta que punto pudieron haber entendido. Al menos la primera sonrió. Me señaló una gruesa manta que había dejado junto a mi cojín preferido, uno color damasco, dormí abrazada a él, su colorido me hacía pensar en mi hogar.

Sin ser sabia, algo me estaba pareciendo muy pero muy extraño, todo me estaba resultando demasiado fácil. ¿Será una trampa de Mahalec? Si lo era, ésta vez tendría que matarme.

Pasaron las horas y Eli vino a avisarme que padre e hijo conversaban camino a la caballeriza y que él le había preguntado a Mahalec por mi suerte y  no le había respondido nada,  por el contrario le había apartado de un suave empujón para luego llamarle y ordenarle que me llevara a escoger una montura para Viento ya que me lo obsequiaba.

Mi primera impresión fue de incertidumbre, la segunda de alegría, la tercera de alerta y la cuarta de pánico. Llévame donde él ahora mismo por favor.

No puedo dijo Eli, no le gusta que lo molesten si él no llama.

No te preocupes chillé yo, tú no lo llamarás, lo haré yo. Tú sólo me llevarás.

Asintió, volvió sobre sus pasos y me hizo seguirle. Lo hice cerca de media hora.

Un poco retirado del poblado aparecía una enorme tienda cobijada por un grupito de palmeras. Eli señaló en ésa dirección y se detuvo, no quiso dar ni un paso más. Pues yo sí me dije y avancé a pasos seguros. Me disponía a entrar sin siquiera avisar cuando siento que me están mirando desde mi izquierda. Mahalec sentado cómodamente apoyado en una palmera me observaba con expresión ausente.

Tenemos que hablar, lancé a quemarropa pero con tanta calma que la sorprendida fui yo y el segundo él.

Ya lo sé, fue su respuesta. Te debo... iba a continuar y yo le interrumpí con un ademán de mis dedos sobre su boca. Nó, no es lo que crees, me debes los pergaminos y mi libertad. Tengo todo listo para escapar y lo haré ésta noche, pero sé que podrías detenerme, matarme y hacer conmigo lo que te plazca, no quiero que hagas nada de ésto. Te vengo a pedir que me dejes partir, y si estoy ahora frente a tí es únicamente porque sospecho que de alguna forma has participado en mis preparativos.

Mahalec intentó hablar nuevamente y yo le pedí que guardara silencio porque no estaba segura de retomar el valor necesario para continuar.

Se mantuvo callado aunque continuaba mirando la arena con una expresión tan vacía o ausente que me hacía sentir dañina.

La prodigiosa ayuda de ésas mujeres, la grata aparición de Eli, el obsequio de Viento, los pergaminos a mi alcance, todo me hace dudar que pueda estar pasando únicamente porque sí, mis palabras se agolpaban por salir. Hice una pausa para respirar profundamente. Creo que de todo esto, lo único que realmente me atribuyo es el haber provocado a tu padre y déjame decirte que fue basado en conversaciones con mi prima Dhara quien es experta en la materia.

Ahora hablo yo, dijo él. ¡No te menosprecies! Sus ojos adquirieron vida pensé yo. Gracias a Dios, ahora sé que tiene algo de humano.

Él continuó, si supieras lo encantado que quedó mi padre no te considerarías para nada una inexperta, todo lo contrario. Harás muy feliz a tu esposo cuando te cases mas adelante. Debes creerme dijo poniéndose de pie y tomando mis dos manos sin descuartizarlas.

Si supieras que "el más adelante" lo tengo en mis narices me dije, pero mi posición altanera no sufrió alteraciones, me encargaba de lucirla cuantas veces pudiera, era la plataforma de mi coraje.